viernes, 19 de octubre de 2012

La importancia de el plebiscito de estatus


El 6 de noviembre de 2012 se celebrará un plebiscito para que todos los ciudadanos decidamos cuál es el estatus que queremos para Puerto Rico. En esta consulta habrá dos preguntas. La primera: Está usted de acuerdo con mantener la condición política territorial actual? Al contestar que Sí, usted está diciendo que está de acuerdo en que sigamos con la siutación actual, pero si contesta que No, significa que quiere un cambio.

Mucho se ha hablado sobre la condición de estatus actual en Puerto Rico, siendo territorio de Estados Unidos, lo cual se ha comparado con una colonia.

Según el Diccionario de la Lengua Española, colonia es un ¨Territorio dominado y administrado por una potencia extranjera.¨ En definicionabc.com se define como ¨aquel territorio que se encuentra bajo el dominio y la administración de una Nación extranjera que ostenta un amplio poderío.¨
Muchos son los que afirman que Puerto Rico es un país autónomo, con gobierno propio, y que se encuentra en una relación con Estados Unidos, de tú a tú, porque así lo hemos querido, porque hubo un pacto bilateral entre Puerto Rico y la nación americana.

La realidad es que Puerto Rico es un territorio de Estados Unidos, cedido por España en 1898 mediante el Tratado de Paz entre los Estados Unidos de América y el Reino de España, conocido como ¨Tratado de París.¨ El artículo 9 de dicho Tratado señala que “los derechos civiles y la condición política de los habitantes en Puerto Rico serán determinados por el Congreso.”
 
La Constitución de Estados Unidos, en su Artículo 4, sección 3.2 dispone que ¨El Congreso podrá disponer de, o promulgar todas las reglas y reglamentos necesarios en relación con, el territorio o cualquier propiedad perteneciente a los Estados Unidos

La Ley Foraker de 1900 dejó muy claro que las leyes de Estados Unidos tendrán la misma fuerza y validez en Puerto Rico que en los Estados Unidos, excepto las que sean localmente inaplicables y las leyes de rentas internas. Además, en esta ley se establece que Puerto Rico tendrá un gobernador nombrado por el Presidente de los Estados Unidos, mediante el concurso y consentimiento del Senado.

La Ley Jones de 1917 dispuso: ¨Toda persona nacida en Puerto Rico en o después del 11 de abril de 1899 (ya sea antes o después de la fecha en que entre en vigor esta Ley) y que no sean ciudadanos, súbditos o nacionales de alguna potencia extranjera, se declaran por la presente ciudadanos de los Estados Unidos.¨ 
 
En otras palabras, los puertorriqueños somos ciudadanos americanos por virtud de la Ley Jones y no por la Constitución de Estados Unidos. Es una ley aprobada por el Congreso la cual, al igual que cualquier otra ley, puede ser enmendada o derogada cuando el Congreso así lo decida. No podrían quitar la ciudadanía a los que ya son ciudadanos americanos porque es un derecho adquirido, pero sí podrían decidir que los que nazcan a partir de alguna fecha en específico no sean ciudadanos americanos.

El 3 de julio de 1950, el Congreso de Estados Unidos aprobó La Ley 600 aduciendo que habían reconocido que el pueblo de Puerto Rico tenía derecho a un ¨gobierno propio¨, por lo que podían organizar un gobierno basado en una Constitución adoptada por el pueblo. 
Pero en esa misma ley, se dispuso que luego de aprobada y adoptada la Constitucón, el Presidente de Estados Unidos estaba autorizado a enviar la misma al Congreso para que éste la aprobara, si el Presidente quedaba convencido que la Constitución estaba de acuerdo con las disposiciones de la Ley 600 y con la Constitución de Estados Unidos. En otras palabras, no era que el pueblo de Puerto Rico iba a crear una Constitución libremente y que así iba a quedar aprobada, tenía que pasar por el cedaso del Congreso de Estados Unidos para que pudiese entrar en vigor.

La Constitución de Puerto Rico luego de quedar aprobada por Convención reunida en el Capitolio de Puerto Rico el 6 de febrero del 1952 y ratificada por el pueblo, fue aprobada por el Congreso de Estados Unidos y entró en vigor el 25 de julio de ese mismo año. Desde entonces, nuestra relación con los Estados Unidos, o sea, nuestro estatus político, no ha cambiado.

Tenemos una Constitución, leyes estatales y reglamentos, pero por encima de éstas, están la Constitución de los Estados Unidos, las leyes federales, los reglamentos federales y las decisiones del Tribunal Supremo de Estados Unidos. (De acuerdo al Artículo 4 de la Constitución de E.U.A. Antes citado.) Podemos tener un ¨gobierno propio¨, una Constitución, unas leyes, reglamentos y un Tribunal de Justicia, siempre y cuando no vayan en contra de las leyes de Estados Unidos. Pero, no tenemos derecho a votar por el Presidente que toma decisiones que nos afectan y no tenemos representación en el Congreso de Estados Unidos, donde se aprueban constantemente leyes que nos aplican, o donde se le dan beneficios a los ciudadanos americanos, pero no nos aplican a nosotros.

No nos aplican a nosotros porque somos territorio de Estados Unidos, propiedad de Estados Unidos, pero no somos parte de esa nación. La tierra que pisamos, y donde vivimos no es nuestra. Es de un gobierno con gran poderío, que puede tomar decisiones por nosotros, pero nosotros no tenemos derecho a escoger a las personas que van a tomar esas decisiones que nos afectan tanto.

Muchos dirán que esto es discrimen, con lo que yo estoy de acuerdo. Pero el Tribunal Supremo de Estados Unidos, en uno de los casos conocidos como ¨Insulares¨ donde se alegaba discrimen contra Puerto Rico, dijo que para cosas domésticas, o sea, asuntos internos que tengan que ver con los ciudadanos de Estados Unidos, nosotros somos extranjeros, pero para cuestiones internacionales, como los tratados de comercio, nosotros somos parte de Estados Unidos por lo que no podemos tomar nuestras decisiones ni hacer nuestros convenios de comercio, sin antes pedir permiso a Estados Unidos.

En BALZAC v. PEOPLE OF PORTO RICO, 258 U.S. 298 (1922) el Tribunal Supremo de Estados Unidos señaló que Puerto Rico no era un territorio que se haya incorporado a la Unión, o que se haya convertido en parte de los Estados Unidos, sino que se dintinguía por meramente pertenecerle.

¿Es eso lo que queremos? ¿Es eso lo que nos conviene como pueblo? ¿Que una nación con poderío diga lo que se hace o no en Puerto Rico, que tome decisiones por nosotros y no podamos escoger a las personas que toman las decisiones?

Imaginemos una urbanización con una asociación de residentes, donde haya una Junta de Directores y los residentes no puedan escogerlos, pero la Junta de Directores tomen todas las decisiones que ellos crean necesarias para los residentes. Otro ejemplo, una persona con derecho a ¨uso¨ de una propiedad, puede vivir ahí, disfrutar de la propiedad, pero es el dueño el que toma TODAS las decisiones sin contar con el usuario, ni tomando en cuenta la opinión de éste, aunque le conceda algunos beneficios. Esto es lo más parecido a la relación actual de Puerto Rico con Estados Unidos.

El plebiscito que se celebrará el 6 de noviembre de el presente año es precisamente para darnos la oportunidad a todos los puertorriqueños de que decidamos si queremos seguir siendo territorio de Estados Unidos, con todo lo que eso representa, sin tener representación en el Congreso, sin el derecho a votar por el Presidente, o si queremos un cambio.

En caso de querer un cambio, se dan tres alternativas:

La primera, Estadidad, dice: ¨Prefiero que Puerto Rico sea un estado de Estados Unidos de América, para que todos los ciudadanos americanos residentes en Puerto Rico tengan iguales derechos, beneficios y responsabilidades que los demás ciudadanos de los estados de la Unión, incluyendo derecho a la plena representación el el Congreso y participación en las elecciones presidenciales, y que se requiera al Congreso Federal que promulque la legislación necesaria para iniciar la transición hacia la estadidad. Si está de acuerdo marque aquí.¨

La segunda, Independencia, dice: ¨Prefiero que Puerto Rico sea una nación soberana y totalmente independiente de Estados Unidos y que se requiera al Congreso Federal que promulgue la legislación necesaria para iniciar la transición hacia la nación independiente de Puerto Rico. Si está de acuerdo marque aquí.¨

La tercera alternativa, Estado Libre Asociado Soberano, dice: ¨Prefiero que Puerto Rico adopte un estatus fuera de la Cláusula Territorial de la Constitución de Estados Unidos, que reconozca la soberanía del Pueblo de Puerto Rico. El Estado Libre Asociado Soberano se basaría en una asociación política libre y voluntaria, cuyos términos específicos se acordarían entre Estados Unidos y Puerto Rico como naciones soberanas. Dicho acuerdo dispondría el alcance de los poderes jurisdiccionales que el pueblo de Puerto Rico autorice dejar en manos de Estados Unidos y retendría los restantes poderes o autoridades jurisdiccionales. Si está de acuerdo, marque aquí.¨

La primera alternativa nos haría parte de Estados Unidos con todos los derechos y responsabilidades que tienen los ciudadanos que residen en los estados.

La segunda alternativa nos separaría totalmente de Estados Unidos.

La tercera alternativa, aunque seríamos una nación independiente, permite una asociación libre y voluntaria, pero no sabemos cuáles serían los términos que se acordarían en esa asociación ni los poderes jurisdiccionales que el pueblo va a autorizar a dejar en manos de E.U.A. Lo cierto es que no tendríamos derecho a ser ciudadanos ni a recibir los beneficios que recibimos actualmente porque seríamos una república independiente, pero amiga de Estados Unidos. Tampoco sabemos si Estados Unidos estaría de acuerdo a darnos algunos beneficios o ayudas y cuáles serían éstos. Es la misma relación que tiene, por ejemplo, Panamá con E.U.A. Durante los cuatro años que viví allá, me percaté de la relación amistosa existente entre ambos países, incluyendo el hecho de que Panamá usaba moneda común con E.U.A., pero no son ciudadanos americanos, y la Constitución, leyes federales, reglamentos y decisiones del Tribunal Supremo NO aplican a esa nación.

El plebiscito sobre el estatus de Puerto Rico es un asunto sumamente y extremadamente serio. No se debe tomar a la lijera. No es cuestión de votar por una alternativa que represente la voluntad de un partido político ni que represente a nuestro político preferido. Tampoco es un asunto insignificante como para decidirlo como un ¨voto de castigo¨ hacia el gobernador.

Llevamos muchos años bajo el control de una nación que hasta ahora no nos ha dado el derecho de escoger a los líderes, que deberían ser ¨nuestros líderes¨, ya que toman decisiones que nos afectan grandemente. Pero, nosotros mismos, no hemos exigido ese derecho.

Ya es hora de que el pueblo decida si quiere un gobierno propio, sin la intervención de otra nación, donde se puedan tomar las decisiones libremente. O, por otro lado, si decidimos ser parte de Estados Unidos, pero de forma digna, con el derecho de escoger al Presidente, y con representación en el Congreso, que tantas veces toma decisiones que nos afectan, pero que no se sienten con la obligación de velar por nuestros mejores intereses, ya que no hay nadie que vele por ellos.

Tenemos que decidir si queremos ser parte de Estados Unidos, con todos los beneficios o ayudas federales que recibimos y a las que estamos acostumbrados, o si somos capaces de renunciar a todo eso y ser una nación independiente y tomar las riendas de nuestro país y de nuestro destino.

El 6 de noviembre cumple con TÚ responsabilidad. Vota de forma consciente, pensando en lo que es mejor para ti, para tus hijos, para Puerto Rico y NO en lo que prefiera un político en particular, que por lograr sus propios intereses haga anuncios irresponsables para confundir al pueblo.

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