El domingo 12 de junio, en la ciudad de Orlando, un individuo mató a 50 personas e hirió a 53, en un club nocturno frecuentado por homosexuales. Muchas de las víctimas son puertorriqueños.
Según las autoridades, el responsable es un estadounidense de origen afgano, identificado como Omar Mateen. El ataque está siendo investigado como un acto de terrorismo, ya que el agresor había expresado propaganda islámica radical.
Cuando veo que asesinan a muchas personas inocentes, siempre me estremezco. Me pregunto, ¿cómo es posible que en estos tiempos, todavía existan personas tan cortas de mentes, capaces de asesinar a los demás, sin ningún reparo o remordimiento? ¿Cómo es posible que una persona porque piense que algunas personas están actuando mal, decida ajusticiarlas ?
No es la primera vez que ocurren masacres en Estados Unidos. Hemos visto unas cuantas en universidades o en centros comerciales.
Siempre nos quedamos con un sentimiento de impotencia, al ver que en un país donde se supone que gozamos de derechos civiles, principalmente el derecho a la vida, algún individuo decida quitarle la vida a una gran cantidad de personas inocentes, simplemente por un coraje, por una decepción o por unas creencias.
En esta última masacre, alegan que el individuo, quien aparentemente era musulmán, había manifestado su enojo al ver a dos homosexuales besándose, cerca del club nocturno. Decidió comprar unas armas en los últimos días, para perpretar este vil ataque.
En mi caso, soy una persona cristiana. Es cierto que aprendí que existen unos mandamientos. Es cierto que aprendí que en la Biblia dice que el que un hombre se acueste con otro es un pecado abominable. Pero, también aprendí que son muchos los pecados que cometemos, que todos somos pecadores y que el que esté libre de pecado es el que puede lanzar la primera piedra.
Siempre me ha molestado bastante escuchar a algún hombre heterosexual hablar de forma despectiva sobre los homosexuales. En muchas ocasiones, son hombres mujeriegos, sinvergüenzas y abusadores. En la mayoría de los casos, el que peor se comporta es el que más duramente juzga a los demás.
No todas las personas que escuchan que una conducta o la otra está mal, lo ven como una guía para comportarse adecuadamente. Algunos ven ese discurso fuerte como una invitación para acabar con las personas que están cometiendo esos pecados.
Creo que está bueno ya. El que tiene puerta de cristal que no le tire piedra al vecino!!!!
Ya es hora de que el discurso sea uno de amor al prójimo y de respeto. El primer mandamiento, y el más importante de todos, es:
Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.
Si amamos al prójimo como nos amamos a nosotros mismos, y si lo tratamos como queremos que nos traten a nosotros, el odio se acabará y viviremos en un mundo mejor.
Le pido a Dios que abra nuestros corazones y nuestras mentes para que seamos más tolerantes unos con otros, nos amemos y nos respetemos.
Descansen en paz las víctimas de esta vil masacre y paz y resignación para los familiares.
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